viernes, 7 de enero de 2011

Capítulo 3. Parte 1.

Ceo.

Es un hombre flacucho, con la piel blanquísima. Un flequillo extremadamente lacio y artificial, de color rubio platino le cubre medio rostro, y un sombrero de copa blanco corona su cabeza. Va vestido con un smoking plateado, que le queda demasiado apretado. En la parte de atrás tiene pegada una estructura que parece que tenga forma de ala, llena de lentejuelas.

Una especie de chal muy brillante le cubre desde el hombro izquierdo hasta la rodilla.

Sus ojos no podrían ser más azules.

-Bienvenidos.

Su voz es una extraña mezcla de pijo, y persona que se aburre.

-Espero que ustedes estén preparados para lo que les espera. Claro que sí. ¡Muchacho!

A continuación chasquea sus dedos, y unos focos nos deslumbran. Todos los que estamos en la mesa estamos anonadados.

-Las pruebas están preparadas. La luna también está preparada para realizar la selección. Primero, me gustaría anunciar que el que se niegue a participar recibirá una bala en la nuca, porque la la Luna lo ha dictado.

La gente puede volverse loca con lo que le está pasando a la humanidad. Pero lo de este tío es demasiado. Si ya hay pocos supervivientes, ¿por qué dedicarse a matarlos?

Todos los que están sentados están tratando de analizar lo que acaba de decir.

-Para poder sobrevivir a la selección, deberéis pasar cinco pruebas. Seguidamente se o acompañará a la habitación para el transporte.

Un hombre de mediana edad, de complexión fuerte se levanta de su asiento. Está muy molesto, como todos.

-¿Qué quieres decir con pruebas? ¡TUS ESTUPIDOS GUARDIANES NOS PROMETIERON AGUA, COMIDA Y COBIJO! ¿Y ahora amenazas con matarnos? ¿Qué clase de cerdo loco eres?

Pura interviene.

-Me estoy poniendo tan nerviosa que me está entrando angustia. Lo que el tío raro de ahí nos dice, es que si queremos salvarnos debemos aceptar lo que nos dice. No son patatas, no son cebollas, son sus ideas.

Una chica joven se levanta y se dirige hacia la salida gritando.

-Primero nos secuestra, y ahora esto…

Mucha gente la sigue.

-Yo no haría eso… -dice el hombre con un gesto pícaro.

Un montón de hombres encapuchados los apunta con escopetas.

-Me parece que no tienen elección. Ustedes aceptaron la invitación.

-NO LA ACEPTAMOS, NOS TRAJERON AQUÍ A LA FUERZA.

-Me parece que esa era la voluntad de la Luna.

Los que se habían levantado se sientan en sus respectivos asientos. A los locos hay que seguirles la corriente.

Parece que se ha encendido una luz en la mente de Pura.

-Entonces, ese hombre… Tenemos que superar las pruebas y cantarle las cuarenta.

Nora y yo nos volvemos a mirar, incrédulos.

-Ahora empezará la cena. Y cuando la Luna lo decida, se encenderá una luz sobre vuestras cabezas. Cuando se encienda, debéis atravesar inmediatamente esa puerta. Las pruebas son desafíos que requieren inteligencia, fuerza y espíritu de equipo. Cada vez que superéis una prueba, obtendréis una señal. Necesitáis cinco señales para el transporte. Si no superáis las pruebas, recibiréis un castigo. Hay dos tipos de castigo. El leve, y el mortal.

La cena está lista, y es una prueba.

Buen provecho.

1 comentario:

  1. He llegado a este blog a través de otro blog, y debo decir que no me arrepiento en absoluto de haber decidido pasarme a dar un vistazo^^
    Me gusta mucho la historia que estás escribiendo, ya que los zombis son un tema bastante interesante y poco explotado en lo que a novelas se refiere. Me gustará seguir leyendo y descubrir cual es esa prueba a la que tienen que enfrentarse.

    ;D

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